Moby Dick es la ballena blanca asesina y Ahab es “inválido, retorcido, nudoso de arrugas, salvajemente obstinado, con los ojos brillantes como carbones que todavía arden entre las cenizas de una ruina”.
Hamlet está considerara una de las obras maestras de la literatura universal, pero leer a Sakespeare en castellano siempre nos deja un regusto amargo, el de saber que no hemos podido apreciar su obra en toda su dimensión.
Bartebly el escribiente es un libro que produce ternura y una cierta melancolía, la que contagia su protagonista, un gris escribiente de un despacho de abogados cuya principal virtud es preferir no hacer nada. Y lo curioso de este corto relato es que tal es la voluntad de Bartebly que apenas pasa nad
“Como el perro del hortelano, ni come, ni deja comer” dice el refrán, que si lo trasladamos a los tejemanejes de enamorados viene a significar que no sé si te amo o no te amo, pero en cualquier caso no quiero que ames a nadie más que a mí.
El Quijote es la desventurada locura de un caballero andante en una tierra deprimida y pobre y el enamorado sin esperanza de la sin par Dulcinea, que no es otra que Aldonza Lorenzo una campesina que cría puercos.
Joseph Conrad nació en Polonia en 1857 y en el deambular de su vida llegó como capitán de barco al Congo Belga contratado por la Compañía, una siniestra organización dirigida por el rey de los belgas Leopoldo II dedicada a saquear las riquezas del sufrido continente africano.
La metamorfosis comienza así: “Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”
Frío, fundamentalmente frío es lo que se siente cuando se lee El silencio Blanco y otros cuentos. En varios de ellos este frío llega a la desesperación, especialmente en el angustioso relato “Encender la hoguera” en el que la vida depende de que una cerilla se encienda.
En Cien años de soledad la vida es cíclica, un mágico círculo cerrado que comienza con la fundación de Macondo y termina con el último de la estirpe. José Arcadio y Úrsula dan inicio a esta saga familiar de seres marcados por la soledad y por un destino escrito en un pergamino.
Sin noticias de Gurb cuenta las andanzas de dos extraterrestres que llegan a la tierra para aterrizar en Sardanyola un municipio muy cerca de Barcelona, de donde es oriundo el autor de esta corta y divertida novela, Eduardo Mendoza.