El hoyo
El hoyo es una película que plantea dos dilemas, el de la supervivencia y el de la solidaridad, y en este caso los dos se enfrentan entre sí. La historia transcurre en una especie de cárcel de singular configuración. Más de doscientas celdas, cada una con dos presos, distribuidas verticalmente a modo de un enorme rascacielos en el que en la parte superior está la cocina, no una de rancho carcelario, si no de restaurante de tres Estrellas Michelín, desde donde bajan los platos más elaborados y los vinos más selectos, y que para en cada piso el tiempo suficiente para que sus moradores puedan comer hasta hartarse.
De esta forma la comida va disminuyendo de piso en piso hasta que inevitablemente no queda nada. Los de arriba saciados y los de abajo hambrientos, una especie de parábola que se parece bastante al mundo real.
Este es el argumento de El hoyo, y este el dilema ¿Qué haría usted si le tocara estar en una de las celdas de arriba? Suponemos que comer sin contemplaciones, porque ha de saber que cada mes les cambian de manera aleatoria de piso, y donde ahora está en el piso siete mañana le puede tocar en el ciento cincuenta y cuatro, por ejemplo, y entonces va a pasar mucho hambre. Así que si es uno de los afortunados de arriba no lo dude y llene la panza hasta hartarse, ¿O tal vez preferiría ser solidario y optar por una frugal dieta con la que podrían sobrevivir usted y todos los de abajo?
El otro dilema es el de la supervivencia ¿Qué haría usted si le tocara estar en una de las celdas de abajo? Tiene un largo mes de total ayuno, porque los de arriba ni por asomo han optado por la solidaridad, así que es probable que muera si no encuentra una fuente adecuada de proteínas. Su compañero de celda es esa fuente, y entonces tendrá que decidir entre morir de hambre o matarlo y comérselo. Simple cuestión de supervivencia.
Y si les parece una exageración les vamos a contar una historia, la de la Balsa de la Medusa, que es un enorme cuadro obra del pintor Géricault que está colgado en el Museo del Louvre en París, y que representa un hecho real, el naufragio del barco francés La Meduse en las costas de Mauritania. Encallado en un banco de arena la tripulación trató de escapar hacia la costa africana, y como no cabían todos en los botes salvavidas se improvisó una enorme balsa de madera en la que se subieron 146 hombres y una mujer y que quedó a la deriva durante trece días de espanto sin agua ni víveres. Solo sobrevivieron quince, en una orgía de terror y desesperación en la que los más fuertes asesinaron y se comieron a los más débiles ¿A que ahora el argumento de la película no les parece tan exagerado?
CONSEJOS PARA VER EL HOYO
El hoyo es una producción española de muy alta calidad, con excelentes interpretaciones, especialmente la del protagonista Iván Massagué y, obviamente, la de Zorion Eguileor. Con una acertada estética, buenos diálogos y a la que únicamente le ponemos un pero, el del desenlace final, que los mensajeros y los oráculos son recurso fácil del cine americano y que en este caso hubiéramos esperado algo más original.
La película es oscura, se desarrolla casi siempre en un mismo escenario y hay escenas de violencia extrema, como no podía ser menos en un contexto tan paranoico.
El hoyo se puede ver en el canal de pago Netflix.