The wire
The wire es una serie que tiene en su principal virtud su mayor defecto: el realismo. Es obra del periodista y escritor David Simon quien se basó en casos reales de la sección de sucesos del Baltimore Sun, uno de los principales periódicos de la ciudad estadounidense de Baltimore donde se desarrolla la acción.
Baltimore es la ciudad más poblada del estado de Maryland con 2.690.000 habitantes y su tasa de homicidios en el año 2019 fue de 58 por cada 100.000 habitantes lo que la situaba en el puesto once entre las ciudades con mayor tasa de criminalidad del mundo, superada tan solo por unas pocas urbes de reconocida peligrosidad como por ejemplo Tijuana, Juárez, Caracas o Ciudad del cabo.
Con estas estadísticas no es de extrañar que la única obsesión de los alcaldes que gobiernan la ciudad, y en consecuencia del departamento de homicidios de la policía, sea la de reducir el número de asesinatos, no por la vía de la prevención y el esclarecimiento de los mismos si no ocultando datos. Donde hay un estrangulamiento se notifica un suicidio, donde un secuestro una desaparición, donde un asalto un altercado, y así hasta que la reducción ficticia de la tasa de criminalidad sea una baza que puedan hacer valer los políticos para su reelección.
La otra estadística que queda fielmente reflejada en la serie es la del porcentaje de personas de color que viven en Baltimore, un 63,7% de la población, solo superada por Detroit dentro de las grandes ciudades de Estados Unidos. De esta forma la mayor parte de los personajes, muchos de ellos sacados de la vida real, son de color.
El argumento se desarrolla en las esquinas de la ciudad en el que se mata por controlar el tráfico de drogas y en el que la policía hace lo que puede con los escasos medios de los que dispone. The wire significa el cable, y hace referencia a las escuchas telefónicas con las que los investigadores del departamento antidrogas de Baltimore intentan capturar a los criminales. Una concienzuda tarea en la que encontraremos al abnegado Lester Freamon, al orondo y circunspecto William “Bunk” Moreland y a Jimmy McNulty, un policía de raza, insubordinado, bebedor y un desastre con las mujeres, pero capaz de tomar cualquier riesgo con tal de resolver un caso.
En el bando contrario destaca Omar, un ladrón homosexual que roba a los traficantes, con una cicatriz que le cruza su oscuro rostro y un código moral que nunca traspasa. La muerte de Omar es el más claro reflejo de ese realismo llevado al extremo de la serie. Todos esperamos que Omar, el héroe de las calles, tenga un final digno de su carisma pero The wire, fiel a sus principios, nos defrauda aunque, si lo pensamos bien, no más de lo que acostumbra la vida real.
CONSEJOS PARA VER THE WIRE
The wire tiene cinco temporadas y sesenta capítulos, en cada una de las temporadas se van repitiendo, con mayor o menor protagonismo, los mismos personajes y se afronta un tema distinto: en la primera el narcotráfico, en la segunda el contrabando de mercancías del puerto marítimo, en la tercera las luchas políticas por la alcaldía, en la cuarta los problemas del sistema educativo y en la última las tretas de McNulty para atrapar a Marlo, un despiadado criminal, y en la que muere nuestro héroe Omar.
La serie no tuvo especial éxito comercial pero si de crítica y cuenta con un amplio club de seguidores que la encumbran en lo más alto del pódium de las series. Es, en cierta medida, una serie de culto. Está muy bien interpretada y ambientada, y a través de sus calles nos hacemos idea del inframundo que esconde la próspera sociedad estadounidense.
La serie se puede ver en el canal de pago HBO.