La insoportable levedad del ser
La insoportable levedad del ser es un libro a medio camino entre la filosofía y una historia de amor en el contexto histórico de la Primavera de Praga. El dilema que se nos plantea es la idea de Nietzsche sobre el eterno retorno: ”¡Pensar que alguna vez haya de repetirse todo lo tal y como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito!” Imagínense, volver a vivir lo vivido eternamente, en este caso cada acto que ahora nos parece un leve pasatiempo se convierte en una pesada carga. La consecuencia, más allá de un cierto desasosiego existencial, es la evidencia de la futilidad de nuestra existencia, porque
“el hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo (…) por eso la vida parece un boceto”.
Así que no se preocupe la próxima vez que teclee una frase en el libro de su autobiografía porque “lo que sólo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca”.
Suponemos que con este complicado preámbulo habrá considerado la opción de no leer jamás La insoportable levedad del ser, pero no se asuste, es un libro ameno en el que en paralelo a estas sesudas cuestiones conoceremos la historia de amor de Tomás, un prestigioso cirujano con una ajetreada vida sexual, y de su pareja, Teresa, una chica de provincias que busca en Tomás y en Praga un renacer a su existencia. El libro se podría titular también Las insoportables infidelidades de Tomás ya que el hombre, algo madurito, liga más que Brat Pitt es sus tiempo mozos, pero es que Tomás considera amor y sexo cuestiones totalmente independientes y el autor crea toda una filosofía para explicarlo. No decimos que no pero cuando se hace sufrir a la persona amada, y Teresa indudablemente sufre, sexo y amor van unidos por más que Tomás trate de justificarse.
Por último, también podría haberse titulado La insoportable pesadez del comunismo, que todo lo unifica en un monótono y triste tono gris. Con la llegada de los tanques soviéticos “Praga se convirtió en una ciudad triste” dice Teresa. La primavera de Praga fue un movimiento con el que los checos intentaron deshacerse del yugo comunista promoviendo la libertad de prensa, la descentralización de la economía y una tímida democracia y que terminó bruscamente el 21 de agosto de 1968 con la invasión soviética. Tomás, como otros muchos intelectuales que apoyaron dicho movimiento, fue acusado de traición y expulsado de su trabajo. A Milan Kundera, el autor de este libro, le pasó algo parecido ya que por sus actividades críticas con el régimen vio como sus obras eran prohibidas en Checoslovaquia y perdió su empleo, teniendo que ganarse la vida en pintorescas y poco remuneradas ocupaciones.
CONSEJOS PARA LEER LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER
La insoportable Levedad del ser está bien escrito, la historia de Teresa, Tomás y los demás personajes que se cruzan en su camino es amena pero en algunos pasajes el libro puede resultar un tanto complicado de leer, especialmente en la sexta parte titulada La larga marcha, en la que entre otras muchas disquisiciones se nos habla de la mierda, así, literalmente, y se nos explica que: “la mierda es un problema teológico más complejo que el mal”, y lo razona y todo el tío.
Milan Kundera se exilió a Francia en 1975 y La insoportable levedad del ser fue publicada en ese país en 1984 pero en su tierra natal y en su lengua no pudo ser leído hasta el 2006, tras la caída del régimen comunista, alcanzando un merecido éxito de crítica y ventas.
Hay una adaptación al cine de 1987 con Daniel Day-Lewis y Juliette Binoche como actores principales, pero no la hemos visto, y dudamos mucho del éxito de llevar a la pantalla tan denso texto.