La conjura de los necios de John Kennedy Toole
Ignatius J. Really es todo un personaje, grande, zafio, engreído e inadaptado que vive con su pobre madre alcohólica encerrado en su cuarto la mayor parte del día escribiendo de su puño y letra su particular visión del mundo, según la cual “con la caída del sistema medieval, se impusieron los dioses del Caos, la Demencia y el Mal Gusto” y en donde “Los Estados Unidos necesitan teología y geometría, necesitan buen gusto y decencia. Sospecho que estamos tambaleándonos al borde del abismo”. La conjura de los necios es su historia, y es muy divertida, porque Ignatius es, como ya hemos dicho, todo un personaje. Te ríes, a veces mucho, imaginando a semejante masa humana provocando tropelías a cada paso.
La historia se desarrolla en Nueva Orleans y es una especie de folletín en el que se mezclan los personajes, las historias y los paisajes, todos girando en torno a la figura omnipresente de Ignatius. Cuando el libro termina enseguida surge la necesidad de leer la segunda parte de las andanzas de este Don Quijote del siglo XX. Pero no hay tal, y bien que lo sentimos, porque
La conjura de los necios es un libro póstumo, publicado en 1980, once años después del suicidio de su autor, Jonh Kennedy Toole, el 26 de marzo de 1969, a la edad de 31 años.
La vida de Jonh Kennedy Toole fue breve y sin apenas sobresaltos. Nació en Nueva Orleans, Luisiana, fue un buen estudiante, realizó el graduado superior de lengua inglesa en la Universidad de Columbia, dio clases en un colegio, fue reclutado por el ejército sirviendo durante dos años en Puerto Rico para finalmente regresar e intentar que publicaran su libro, sin ningún éxito. Suponemos que tiene que ser duro saber que has escrito una obra maestra y que nadie la va a leer… si él hubiera sabido, ¡pobre!, que La Conjura de los Necios iba a ser uno de los libros más leídos y ensalzados por la crítica, entonces no se hubiera suicidado. A su desamparada madre solo le quedó la tristeza por el hijo muerto y un enorme manuscrito que nadie quería leer. Pero era mujer insistente, y ya se sabe que la voluntad de una madre es una fuerza irreductible de la naturaleza, así que fue de peregrinación por las editoriales hasta que consiguió que el escritor Walter Percy leyera el manuscrito. A regañadientes comenzó a leerlo con la esperanza de “leer unas cuantas páginas y comprobar que era lo bastante malo para no tener que seguir leyendo” pero en este caso siguió y siguió leyendo “primero con una lúgubre sensación de que no era tan mala como para dejarla; luego con un prurito de interés; después con una emoción creciente y, por último, con incredulidad: no es posible que fuera tan buena”. Con su recomendación y beneplácito le llegó el éxito al desafortunado escritor. Así que ahora ya sabe por qué no hay una segunda parte, y sabe también porqué puede leer la primera.
CONSEJOS
La Conjura de los Necios es un libro voluminoso, más de trescientas páginas, pero de lectura fácil. El personaje principal, el descomunal Ignatius, enseguida te engancha y estás deseando saber en que terminan sus aventuras.
EDICIÓN RECOMENDADA DE LA CONJURA DE LOS NECIOS
Recomendamos la edición clásica de ANAGRAMA con la excelente traducción de J.M. Álvarez Flórez y Ángela Pérez.
Excelente aporte. Muchas gracias Saludos