Luces de ciudad de Charles Chaplin

Luces de ciudad. ¿Quién no conoce a Charlot? ese ser imaginado por un genio. Lo curioso es que apareció en escena casi de casualidad. Charles Chaplin, su creador, en su autobiografía cuenta que le invitaron a participar en un rodaje para hacer una escena cómica, y “En el camino al vestuario pensé que me pondría pantalones holgados, zapatos grandes, un bastón y un bombín. Quería que todo fuera una contradicción: los pantalones holgados, el abrigo apretado, el sombrero pequeño y los zapatos grandes”. El bigote se agregó después para envejecer su rostro. Y así, con el disfraz puesto, Charles Chaplin se convirtió en Charlot.
Charlot tuvo éxito desde ese mismo instante, y después de hacer divertidos cortometrajes pasó a protagonizar sus más famosas película: El Chico (1921), La Quimera del Oro (1925), El Circo (1928) y Luces de Ciudad (1931), para nuestro gusto la mejor, pero es cuestión de verlas todas y opinar, que tampoco vamos a contradecir a nadie, nos gustan todas.
Luces de Ciudad se estrenó cuando ya había aparecido el sonido en el cine, pero ¡Ay, desgracia! Charlot era un personaje del cine mudo, y Chaplin sabía que no hablaba y que nunca podría hablar.
La película había comenzado a filmarse en 1928, y como Chaplin era un perfeccionista, como hacía continuos cambios en el guión y como tuvo problemas de producción, no se terminó hasta tres años más tarde, cuando en todos los cines ya se habían instalado aparatos de sonidos como el público solicitaba. A pesar de estas circunstancias desfavorables la película fue un éxito, y es que lo que es bueno siempre, o casi siempre, triunfa.
Pero a Charlot solo le quedaba una película más de vida, Tiempos modernos (1936). Murió el cine mudo y murió Charlot. Charles Chaplin no volvió a ser el que era. En El Gran Dictador (1940) el barbero judío es un simulacro del vagabundo, pero no es él, habla. Del resto de películas solo se salva Candilejas. No pasa nada, Charles Chaplin nos dejó un montón de películas geniales y muy divertidas y se lo agradecemos.
Los padres de Charles Chaplin (Reino Unido 1889- Suiza 1977) eran algo así como comediantes e hicieron debutar a su luego famoso hijo a los cinco años de edad. Muy joven llegó a Estados Unidos de gira en una compañía de mimos, donde hizo un poco de todo hasta que consiguió la fama y a partir de ahí muchas películas y muchas mujeres iban a pasar por su vida. Se casaba, se divorciaba… le gustaban jovencitas, su última boda fue con Oona O´Neill quien tenía dieciocho años cuando el pasaba la cincuentena, que hacen falta ganas. Le acusaron de comunista, en una época en la que en Estados Unidos a todo aquel que tenía ideas un poco liberales se le acusaba de comunista, y se tuvo que exiliar a Suiza. La Academia de Hollywood no le premió por sus películas, apenas le dieron dos míseros Oscar Honoríficos y uno por la banda sonora de Candilejas, pero Chaplin, como los más grandes, no necesita premios, le basta con el aplauso del público.

CONSEJOS
-El cine mudo es lo que es, y no tiene porqué gustar a todo el mundo. Puede empezar por ver el Chico, es corta y muy divertida, y así se va haciendo una idea.
-Charlot es un genio de la interpretación, y hay, simplemente, que disfrutar viéndole interpretar, como con muy poco puede expresar tanto. En la última escena de Luces de la Ciudad el rostro de Charlot lo dice todo sin decir nada.
CÓMO VER LUCES DE CIUDAD
Les dejamos el DVD pero lo mejor para ver Luces de Ciudad es el cine, si encuentra la ocasión en alguna reposición en una filmoteca, ya verá como disfruta el doble de esta joya cinematográfica.