Las leyes de la frontera
Las leyes de la frontera es una película que nos habla de los abruptos límites que separan una vida que sigue las reglas que nos marca la sociedad y el desenfreno de arriesgarlo todo acelerando en cada curva de la juventud. Estamos en Girona, Cataluña, en los años setenta, y la moda viste camisetas ceñidas, pantalones acampanados y estampados psicodélicos.
Un estilo y unas maneras que nos provocan la sonrisa, y que nos recuerda una desinhibida época en la que el dictador Franco acababa de fallecer y en la que la libertad se asomaba en todas las barras de bar y en todas las pistas de baile.
En este contexto encontramos a Nacho, el “gafitas”, un chico de familia humilde pero honrada, que sufre el acoso de sus compañeros, y que encuentra más allá de los límites de su barrio un nuevo mundo y un amor imposible. Nacho cruza la frontera de su apacible vida en busca de Tere, interpretada en plenitud de belleza y juventud por Begoña Vargas, una joven que forma parte de una violenta pandilla liderada por Zarco. Tere y Zarco son la pareja que tiene que ser pero que nunca termina de ser, y no sabremos la razón de este amor imposible hasta el final de la película. Así que entre ellos se entremete el gafitas, quien sabe que está de más pero no puede evitar estar, aunque sea de menos.
El gafitas se apresta a participar en los robos y asaltos que poco a poco van adquiriendo mayor entidad y necesitando mayores riesgos, y que van determinar el final de este grupo de amigos. En una de las escenas Nacho, después de un atraco, discute con Zarco y le dice que él quiere ser uno más de la banda, y Zarco le aconseja que se vaya, “Tú no eres como nosotros, tú tienes algo que perder”. Zarco sabe que cuando no se tiene nada es mejor arriesgarlo todo.
Las leyes de la frontera está basada en el libro homónimo de Javier Cercas, quien escribe muy bien y de quien ya recomendamos su libro Soldados de Salamina, y está dirigida magistralmente por el director Daniel Monzón quien recibió fama y reconocimientos con su película Celda 211. El resultado de esta genial combinación es una película muy amena, muy bien interpretada por un elenco de jóvenes actores y de una cuidada estética, tanto en el vestuario como en las localizaciones. Una historia de violencia y amor en el marco de los años setenta y en la ciudad de Girona, en la que cruzando el río por un elegante puente peatonal, cruzamos la frontera que nos adentra en un mundo de drogas y violencia, y donde encontraremos un bar (siempre tiene que haber un bar), “La Font”, donde los amigos se reúnen para soñar con otra vida.
CONSEJOS PARA LAS LEYES DE LA FRONTERA
Las leyes de la frontera se estrenó en los cines en octubre de 2021 y actualmente se puede ver en el canal de pago Netflix, donde alcanzó rápidamente las cotas más altas de audiencia. La película es bastante larga, 129 minutos, y se puede ver de tirón o en varias sesiones.
Las interpretaciones de los jóvenes actores son realmente acertadas, y entre todas sobresale la de Chechu Salgado en el papel de Zarco. La escena final, cuando aparece envejecido y derrotado diciendo aquello de: “lo que pasó, pasó, y lo que no, mejor olvidarlo”, es simplemente genial.
Las leyes de la frontera no está nominada a mejor película en los premios Goya 2021 y no lo entendemos, porque es, sin duda, una de las mejores películas del cine español que hemos visto en los últimos años. Si lo está “El buen patrón” de Fernando León de Aranoa de quien en su día vimos “Los lunes al sol” que es simplemente pasable, y “Princesas” que es una de las películas más pretenciosamente aburridas que hemos visto en una sala de cine.
La película es un retrato de una tierra de desheredados, los “charnegos”, familias de humildes emigrantes que llegaron a una Cataluña que no les quería y que todavía no les quiere.
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