Jamón, jamón de Bigas Luna
Jamón, jamón de Bigas Luna es lo que se puede considerar una película de autor, lo que viene a significar que refleja un mundo singular concebido por una mente creativa. Este mundo, con sus obsesiones y sus imágenes, está presente en el resto de la obra de ese autor y es fácilmente reconocible. Encontramos ejemplos destacados de este tipo de cine en Andréi Tarkovski, Werner Herzog, David Lync, Pedro Almodóvar, los hermanos Coen y unos cuantos más, y todos ellos tienen la particularidad de que con simplemente ver alguna de sus escenas se puede acertar quien es el director. Con Bigas Luna pasa lo mismo, su mundo interior queda reflejado en sus diálogos, en su fotografía, en sus alegorías y en sus conclusiones.
Jamón, jamón es la obra más sobresaliente de Bigas Luna, y en la que en un trasfondo de puticlubs de carretera y discotecas de la ruta del bacalao encontramos un doble triángulo amoroso:
Silvia, novia de José Luis, ha quedado embarazada pero José Luis, quien su acuesta con la madre de Silvia que es puta, no se decide a casarse. La madre de José Luis contrata a Raúl, un macarra con mala pinta, para que enamore a Silvia y así se rompa la relación de esta con su hijo, y de esta forma se va desarrollando la trama, que cada vez se embrolla más y más hasta el desenlace final.
En el camino escenas de esas que se te quedan grabadas en la memoria, como la de Penélope Cruz en el papel de Silvia bailando en la discoteca a todo ritmo la canción “Así me gusta a mí” de Chimo Bayo, bajo la mirada retadora de Raúl. O cuando en el puticlub de carretera la madre de Silvia realiza la danza del loro al grito de “¡Guacaaaa!” mientras el loro parlotea la palabra “¡Follar!”, y, cómo no, cuando José Luis, desesperado por su hombría en entredicho, sube a lo alto del toro de Osborne para golpear sus huevos hasta que los derriba. Hay muchas más, pero mejor que las vean a que se las contemos, disfrutarán el doble con esa estética tan cuidada que consigue extraer belleza de ambientes tan cutres.
Bigas Luna contó para la película con un elenco de excelentes actores, entre los que destacamos a tres jóvenes que luego se harían famosos, Penélope Cruz, Javier Barden y Jordi Mollá. Sin apenas experiencia previa en el mundo de la interpretación todos bordan sus papeles, y en gran medida el éxito de Jamón, jamón se debe a su gran actuación. Jordi Mollá resulta un tanto patético en su papel de hombre desorientado pero es lo que se le pedía representar, Penélope Cruz está exuberante con sus amplios escotes y sus vestidos tan cortos y Javier Bardén no sabemos si está interpretando o es que es así el hombre, el prototipo de macho ibérico capaz de torear en pelotas a la luz de la luna.
CONSEJOS PARA VER JAMÓN, JAMÓN DE BIGAS LUNA
Entre las obsesiones de Bigas Lunas está la comida como bien queda reflejado en el título de la película y en las deliciosas tortillas de patatas que cocinan Silvia y su madre y el sexo, con escenas de alto contenido erótico. Las edades de Lulú o Bámbola son otras películas de Bigas Lunas que les recomendamos y que si las ven entenderán lo que les hemos comentado sobre el cine de autor y sobre las obsesiones de Bigas Lunas, especialmente en relación al sexo.
Jamón, Jamón termina con una escena que nos recuerda al cuadro de Goya Duelo a garrotazos y con todas los protagonistas emparejados. Una muestra más del simbolismo particular del director y de su obra.
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