Amanece, que no es poco
Es una película con un título genial. Amanece, que no es poco resume toda una filosofía de vida, y si no se lo cree, asómense cada mañana a la ventana y sorpréndanse de que el sol salga inmutable, día tras días, en el milagro de la vida.
También es surrealismo puro, aquel que nace de escenas ya míticas como esa en la que padre e hijo se acuestan en la misma cama y el padre, el actor Luis Ciges, le dice al hijo: “Supongo que me respetarás, ¿eh, Teodoro?” y el hijo, Antonio Resines, le contesta enfadado: “Pero que guarrada está usted pensando, padre” y este le responde: “Déjate, déjate, que un hombre en la cama siempre es un hombre en la cama”, y claro, así como que te partes de la risa.
La historia trascurre en un pueblo perdido de Albacete, tierra natal del director José Luis Cuerda, a la que llegan un profesor universitario de año sabático, Resines, y su padre, Ciges. El pueblo es, a pesar de su modesta apariencia, todo un portento de sucesos: hay hombres que surgen de suelo cual plantas, un cabo de la guardia civil (“¡Viva el ser impresionante e inspirado!”) de buen talante y sabia conversación al que llaman “el cabo santo”, un alcalde que tiene una novia exuberante y que los mozos del pueblo quieren que sea “comunal”, un sudamericano que plagia a Faulkner, escritor idolatrado por los habitantes de la villa, un grupo de jóvenes estudiantes norteamericanos comandados por Gabino Diego que, con esa cara suya tan de pánfilo, va chapurreando el castellano y metiéndose en todas las conversaciones, y en fin, un sinfín de personajes a cada cual más surrealista.
Su director y guionista es José Luis Cuerda (1947-2020) y para muchos el genio que hizo posible esta obra cumbre del humor absurdo que es Amanece que no es poco. En su filmografía destacan otras películas como “El bosque animado” o “La lengua de las mariposas” y tiene el honor de haber sido el productor de las tres primeras (y mejores) películas de Amenabar: Tesis, Abre los ojos y Los otros.
CONSEJOS
Amanece es una película extraña, no apta para todo el mundo por su humor absurdo, pero si le coges el tranquillo entonces te vas a reír a gusto con las sandeces que sueltan los personajes. En realidad es lo que se llama una película de culto, que viene a significar que es rara de narices pero que tiene un pequeño y selecto grupo de admiradores incondicionales. De hecho existe un grupo “Los amanecistas” con una web propia (les dejamos el enlace https://amanecequenoespoco.es/) y quedadas anuales en las que se juntan para poner en práctica esa filosofía suya tan particular. Un cordial saludo estimados amanecistas.
También hay una ruta temática que recorre los tres pueblos de Castilla-La Mancha en los que se rodó la película: Ayna, Liétor y Molinicos. Cuenta con paneles informativos en los lugares donde se rodaron las principales escenas y un centro de interpretación en la antigua Ermita de los Remedios, en Ayna.