Muerte entre las flores
El personaje principal de Muerte entre las flores es Tom Reagan, un tipo duro donde los hay, y al que le dan una paliza tras otra, todas bien dadas. Lo hace la mafia italiana, lo hace un judío homosexual, lo hacen los acreedores, lo hace su amante y lo hace su jefe, y todo ello sin que se despeine y sin que su rostro deje traslucir una mueca de dolor o de odio. Todo sea por llevar a buen término su plan.
Estamos en la época de la ley seca, y la mafia irlandesa se disputa con la italiana el dominio de la ciudad. Tom Reagan, genialmente interpretado por Gabriel Byrne, es algo más que el lugarteniente de Liam “Leo” O’Bannon, el capo irlandés, es su consejero, su hombre de total confianza y, como descubriremos al final de la película, su mejor amigo. Es también el amante de Verna Bernbaum, la mujer con la que Leo se va a casar, y es por aquí por donde empiezan los conflictos… y donde van a terminar. Entremedias se entrecruza el hermano de Verna, Bernie, quien ha hecho trampas en una pelea amañada y va a tener que pagar por ello. Un argumento un tanto complejo que, acompañado de diálogos enigmáticos, hicieron que el público no entendieran la película y supusieron su fracaso en taquilla.
Pero hay ocasiones en los que el argumento es secundario y lo que importa son los personajes y sus sentimientos, y este es el caso de Muerte entre las flores. La desesperación de Verna al comprobar la dureza de Tom de quien está enamorado y la desolación de Bernie cuando camina entre las hojas secas para morir. “Escucha a tu corazón” le suplica a Tom quien tiene la misión de matarle, “escucha a tu corazón”, una y otra vez, pero ¿Cómo suplicarle a alguien que no tiene corazón?.
La música, obra de Carter Burwell, es otro de los aciertos de Muerte entre las flores, esos sones que no terminan de arrancar y que acompañan a John Turturro en el paseo final, cuando sabe que lo van a matar, y alza la mirada al cielo que asoma entre las copas desnudas de los árboles. Y al ver la escena te preguntas ¿Cómo será ese mi último paseo? ¿Dónde quedará ese bosque y ese cielo que ya nunca más volveré a ver?
CONSEJOS PARA MUERTE ENTRE LAS FLORES
Muerte entre las flores fue escrita y dirigida por los hermanos Coen, dos singulares personajes autores de gran parte de las mejores obras del séptimo arte de los últimos años: Barton Fink, El gran salto, Crueldad intolerable, la balada de Buster Scruggs, y un largo etcétera, en los que van alternando el drama con la comedia, para no aburrirse ellos ni aburrir a su entregado público. Con una estética muy particular, unos personajes extremos y unos originales diálogos, sus películas, casi todas ellas, merecen capítulo en esta web.
Como ya su exigua taquilla advirtió en el día del estreno no se trata de una película sencilla, con una trama difícil de desentrañar, un lento discurrir en el que se entremezclan escenas de extrema violencia y un protagonista complejo, a quien no entienden ni los que le quieren ni los que le odian.
Lo mejor sería ver Muerte entre las flores en pantalla grande, que es donde se debe ver el buen cine, pero suponemos que tendrá que resignarse a verla en un canal de pago, en este caso la hemos visionado en Movistar.
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