El hombre que pudo reinar

El hombre que pudo reinar es la historia de un singular contrato cuyo primer punto y más importante dice así: “Que tú y yo haremos esto juntos; es decir, ser reyes de Kafiristán” y que firman Peachy Talieaferro Carnehan y Daniel Dravot, “Ambos sin domicilio”.
Estas pocos datos bastan para conocer la trama del libro en la que dos extravagantes personajes se lanzan a la aventura de conquistar un reino desconocido sin más ayuda que su ingenio y unos cuantos rifles. Dos amigos que comparten una temeridad a prueba de inconvenientes y que no tienen ni domicilio ni donde caerse muertos… bueno, esto sí, en la lejana Kafiristán.
El hombre que pudo reinar en realidad reinó, ya que la descabellada aventura de estos dos hombres tuvo éxito. Estamos en la India, por entonces colonia Inglesa, y Dan y Peachy contactan con el director de un periódico al que le informan de sus intenciones. El director, que hace de narrador, les dice: “Están los dos locos” y ellos responden: “¿Redactarían dos lunáticos un contrato como este?” y le hacen testigos del mencionado contrato, y la respuesta es que sí, que solo dos locos se arriesgarían a adentrarse en el territorio hostil e inexplorado de Afganistán, a cruzar grandes cordilleras nevadas, a enfrentarse a las tribus locales y a aspirar a la corona de un reino. “La semana que viene estaremos muy ocupados, gracias. Ser rey no es tan fácil como parece” y con esta sencillez en los argumentos, y con este buen humor, se lanzan sin temor en pos de sus sueños.
El hombre que pudo reinar fue escrito por Rudyard Kipling, y tiene la virtud de una elegante prosa y de dar vida a estos dos aspirantes a reyes, que aceptan los mayores riesgos con una amplia sonrisa y esa flema tan inglesa que los convierte en el arquetipo de quien no tiene nada que perder, y por tanto lo puede arriesgar todo.
Si el libro es muy agradable les recomendamos también la película homónima dirigida por John Huston e interpretada por dos excelentes actores, Sean Connery y Michael Caine. John Huston es uno de los grandes directores de Hollywood, y en su haber tiene películas como La Reina de África, El tesoro de Sierra Madre o Moby Dick. Una película de aventuras en la que por encima de cualquier otra consideración sobresale la amistad de dos hombres con una loca ambición común.
Rudyard Kipling fue un escritor británico nacido en la India cuando era colonia británica, y que en sus escritos, también en El hombre que pudo reinar, se refleja esa mentalidad colonial en la que el hombre blanco, y más concretamente el inglés, forma parte de una clase superior. Se lo perdonamos por ser el fruto de la época en la que le tocó vivir, y por los buenos libros que escribió.
CONSEJOS PARA LEER EL HOMBRE QUE PUDO REINAR
El hombre que pudo reinar es un libro muy corto, apenas un cuento de unas sesenta páginas. Está muy bien escrito, en un estilo preciso no exento de pasajes líricos “la rueda del mundo repite una y otra vez el mismo cielo” y otros trágicos “Te saqué de una vida feliz para hacer que te mataran en Kafiristán”, y con una concisa brevedad como virtud.
Kafiristán existe y está en Afganistán, y ni en la época en la que está ambientado el libro y ni ahora es recomendable acercarse por aquellos valles. Una tierra deprimida y pobre, en la que no se respeta ni a los reyes ni a las mujeres.
Otros libros que deberían leer de Rudyard Kipling son El libro de la selva, famosa por la versión cinematográfica de Disney, y Kim.
Como ya les hemos indicado les recomendamos ver la adaptación al cine de John Huston.