Dibujos de Antonio López
Los dibujos de Antonio López son de una precisión solo al alance de las voluntades más pacientes. Antonio López es un pintor y escultor nacido en Tomelloso, Ciudad Real, en el año de la disputa, 1936, pero, a mi modo de ver, lo mejor de su obra son sus dibujos lo cual tiene mucho mérito porque el dibujo es un arte menor, la antesala previa al gran lienzo. Antonio López eleva la técnica del trazado del grafito a las mejores salas de los museos.
Los dibujos de Antonio López no están perfilados como es lo habitual, la línea no queda marcada porque en la realidad que percibimos no existen líneas divisorias, solo hay contornos sombreados. Así escribe el propio pintor el asombro que supuso para él este descubrimiento:
“las formas se construían a partir de las sombras y las luces, no había líneas divisorias de los contornos y aparecía como por milagro la forma y la luz. (…) No he visto nunca nada tan precioso”.
Luego viene esa precisión tan increíble, esa perspectiva perfecta que se va deformando hasta parece real a la vista, y ese algo más, tan difícil de expresar, y que Antonio López nos cuenta así: “Trataba de penetrar en el enigma y siempre se me escapaba, pero allí seguía, como una realidad física total. Yo tenía catorce años, estaba tranquilo y feliz, pero por primera vez presentí que la corrección no bastaba. ¿Y qué era lo demás? ¿Cómo podía llegar a conseguirlo? Yo no lo sabía, pero de golpe me había asomado a lo que es lo único importante, la capacidad para expresar una emoción que primero tienes que sentir, y que es independiente de la habilidad y corrección para copiar el mundo real”.
Antonio López es conocido por la exasperante lentitud en su trabajo, y sirva como ejemplo que el artista estuvo veinte años pintando el retrato de la actual familia real. Pero si quiere hacerse una idea cabal de cómo trabaja recomendamos ver la película El sol del membrillo, del director Víctor Erice, y que narra a modo de documental el proceso creativo del pintor desde la misma construcción del marco y el tensado del lienzo de forma artesanal, a la paciente espera de la luz adecuada, la búsqueda de la composición más acertada y el marcado de pequeñas señales sobre los propios membrillos y que le sirven de referencia.
Los dibujos de Antonio López recrean habitaciones destartaladas, sombríos paisajes y retratos de seres queridos, como el famoso de su tío y maestro, el también pintor Antonio López Torres, o el inacabado de su hija, que duró hasta que la hija se cansó de tanta sesión de posado interminable. Luego están sus cuadros, entre los que destaca el de la Gran Vía de Madrid, desierta de coches y peatones y que fue pintado de madrugada, en el mismo sitio y a la misma hora, durante siete años, y que nos da una idea de lo gran pintor que es Antonio López y de la gran paciencia que atesora. También le dio por esculpir, como es el caso del día y la noche, dos cabezas gigantes de bebes, uno en frente del otro, y que embellecen la estación de Atocha de Madrid.
CONSEJOS PARA VER LOS DIBUJOS DE ANTONIO LÓPEZ
Pude disfrutar de los mejores dibujos de Antonio López en una exposición itinerante en el museo de bellas Artes de Bilbao hace ya varios años. La obra de Antonio López está bastante dispersa, y les ofrecemos en este enlace los lugares donde está expuesta. www.antoniolopezweboficial.com
Hay un elegante libro de T.f. Editores titulado Antonio López dibujos con una amplia selección de sus mejores obras pero que ya no se publica, y no sabemos que más aconsejarles, tan solo que estén atentos por si se realiza alguna retrospectiva del pintor y entonces no duden en ir a visitarla.
La película El sol del membrillo es lenta, casi un documental solo apto para amantes de la pintura y del lento discurrir de la vida.
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