Dersu Uzala
Cuando Dersú Uzalá perdió a su mujer y a sus dos hijos, que murieron de viruela, no le quedó otra compañía que la Taiga y sus gentes. Desde entonces recorre solitario un terreno hostil en el que ninguno de nosotros sobreviviría ni media semana, pero que para él es como su casa, en la que encuentra todo lo que necesita para subsistir. .
Dersú Uzalá considera que el viento es gente, el tigre es gente, el río es gente, un arbusto es gente… todo lo que en la taiga habita es gente que merece un respeto, aquel que la civilización, en su afán de enriquecerse, no quiere concederle.
Dersú Uzalá es una película del cineasta japonés Akira Kurosawa y está basado en el libro homónimo del explorador ruso Vladímir Arséniev (1872-1930), quien en una de sus travesías por la taiga rusa conoció a un escurridizo hombrecillo de la etnia hezhen que les sirvió de guía. Era Dersú, y su singular personalidad y su forma de entenderse con la naturaleza impactaron en Vladímir, y se hicieron amigos. Así que la película tiene mucho de real, las aventuras que nos cuenta, la visión respetuosa con el entorno y el trágico desenlace final. En el fondo, saber que tal personaje existió es un cierto alivio, porque Dersú Uzala nos reconcilia con la naturaleza humana y nos ofrece la esperanza de que otro mundo es posible.
Vladimir se internó en la taiga y tuvo la fortuna de encontrarse con Dersú quien le guió por sus sendas y le salvó la vida en varias ocasiones. En la película de Kurosawa hay una escena especialmente impactante, aquella en la que los dos amigos se han perdido en medio de un lago helado y la noche les llega, y con ella el frío glacial y la muerte segura. Dersú, que conoce bien la furia de la naturaleza, comienza a recoger juncos a toda velocidad, muchos juncos, mientras el sol, implacable, se va poniendo. Vladimir le ayuda para, entre los dos, formar una enorme montaña de juncos bajo la cual se refugiaran para pasar la noche. Amanece y están vivos.
Rusia es muy grande, tanto, que hay muchas tierras todavía sin explorar en donde habita la taiga, que son enormes extensiones de bosques de coníferas donde el hombre apenas se atreve a penetrar. Allí, Dersú Uzalá era feliz, pero cuando empieza a perder la vista, y ya no puede cazar, Vladimir le lleva a su casa en la ciudad para que envejezca tranquilo. El hombre de la taiga no lo puede resistir, y se va. Lo que para unos es un cómodo salón al calor de la chimenea, para otros es el tedio de no dormir bajo las estrellas. Así era Dersú Uzalá, y por eso le admiramos.
CONSEJOS PARA VER DERSU UZALA DE AKIRA KUROSAWA
La película cuenta con una cuidada realización, buenos actores y una excelente fotografía que recrea los paisajes de la taiga, pero, a nuestro modo de ver, tiene dos inconvenientes, es demasiado larga, 144 minutos, y es, en general, muy lenta. Así que nuestra recomendación es que se arme de paciencia, y, como la película está dividida en dos partes, pues vea primero una y al día siguiente la otra.
La película es obra del cineasta japonés Akira Kurosawa, del cual hemos visto Los siete samuráis y Ran, y las dos tienen el defecto de la lentitud y la virtud de una excelente fotografía, especialmente en Ran, con ese vistoso juego de colores en los kimonos, en las armaduras y en las espectaculares batallas con cientos de banderas al viento.
Dersú Uzalá recibió una buena acogida por parte del público de todo el mundo y el Oscar a la mejor película en lengua extranjera en 1976.