De ratones y hombres
Lennie Small es un ser inocente que acaricia ratones con unas manos tan poderosas como torpes, con las que termina por destrozarles el pescuezo. De ratones y hombres es su historia, la de su discapacidad intelectual que lo convierten en un ser indefenso y la de su descomunal fuerza, a la que, cuando se enfada, ningún hombre puede enfrentarse.
En su camino en busca de trabajo por las llanuras americanas le acompaña George Milton, de menuda estatura pero sagaz ingenio, que actúa sobre Lennie con una mezcla de protección y abuso. George ordena y Lennie obedece.
Los dos han huido del último rancho donde trabajaron porque Lennie “solo quería tocar el vestido de esa chica, quería acariciarlo como a los ratones” y la niña se asustó. “Tenemos que escaparnos en la oscuridad y salir de allí escondidos. Y siempre es igual, siempre”. En el nuevo rancho al que llegan hay un conflicto, la mujer del hijo del dueño, Curley, es de cascos ligeros, guapa y deslenguada, y busca entre los jornaleros el consuelo a la frustración de vivir en el campo con un marido al que no quiere, ella que “podría estar trabajando en el teatro. Y no en cualquier cosa. Y un tipo me dijo que podría introducirme en el mundo del cine…”.
El autor de De ratones y hombres es John Steinbeck, quien en su juventud conoció bien el ambiente de la Gran Depresión, en la que los hombres vagabundeaban en busca de trabajo. “trabajaré un mes, cobraré mis cincuenta dólares y me pasaré la noche entera entre las mujeres de una casa piojosa. O me emborracharé en una sala de juego hasta que pierda todo mi dinero. Y entonces volveré y trabajaré otro mes, y cobraré otros cincuenta dólares”. Un círculo vicioso que solo lleva a la miseria, y en la que todos tienen un mismo sueño, un terreno en el que levantar su propio rancho. George no es una excepción, pero Lennie solo suspira por tener conejos, muchos conejos, a los que poder acariciar el pescuezo.
Mientras todos los personajes tienen algo de ratones y hombres, Slim, el mulero, es un ser puro “había una gravedad en sus maneras y una calma tan profunda que toda charla se interrumpía cuando él hablaba. Tan grande era su autoridad que se aceptaba como definitiva su opinión sobre cualquier tema. Éste era Slim, el mulero”. Es el más duro, el inalterable hombre del oeste, pero también el único con la sensibilidad suficiente para comprender la desgracia de George en el desenlace final, “Vamos, George. Tú y yo vamos a echar un trago.” Cuando la desgracia llama a tu puerta siempre es bueno tener a alguien a tu lado para echar un trago ¿No les parece?
CONSEJOS PARA LEER DE RATONES Y HOMBRES
De ratones y hombres es un libro corto, que se lee muy fácil, pues tiene un estilo ágil y un argumento sencillo. Precisamente por esta forma de escribir muchos de los libros de John Steinbeck se convirtieron luego en películas, algunas de ellas de gran éxito, como Las uvas de la Ira dirigida por el mismísimo John Ford, o al Este del edén, protagonizada por el mítico James Dean. También escribió guiones para Hollywood como el de la película ¡Viva Zapata! dirigida por Elia Kazan.
Hay dos versiones cinematográficas de De ratones y hombres, la segunda de 1992, dirigida y protagonizada por Gary Sinise, y con John Malkovich, en el papel de Lennie.
John Steinbeck es uno de los escritores más populares de Estados Unidos, siendo su periplo por este mundo muy del estilo americano: de joven, durante la Gran Depresión, vivió en la miseria, para después alcanzar el éxito. En este caso la miseria es relativa, porque siempre contó con el apoyo de su padre que le proporcionó alojamiento gratis y manutención para que pudiera dedicarse en exclusiva a la escritura. Todo un acto de fe y generosidad.